Heu vist alguna vegada una pel·lícula des del galliner? Des d'aquí, us convidem a la diversió, al diàleg, l'anàlisi i la reflexió. Ens hi podeu trobar cada dissabte, de 5 a 6 de la tarda, a Ràdio Cornellà! Som Jaume Vidal, Adolf Sayol, Albert Rodríguez, Julio Hernando, Toni Delgado i Francesc Aguilar... Els que surtim a les fotos!
En el cinquè Galliner de la temporada a Ràdio Cornellà, les pel·lícules d'estrena...
... i, en general, de la cartellera...
... han ocupat la primera part de la conversa entre Julio, Quimet, Albert, Jaume, Adolf (que ha vingut ha anunciar els guardonats al XIVè Concurs de Cinema Ciutat de Cornellà) i Francesc.
A la segona part, Nani Rameux...
... ens ha presentat el seu llibre de contes, Te quiero contar; relats molt relacionats amb el film que li va permetre fer un canvi substancial a la seva vida d'espectadora de cinema: El discreto encanto de la burguesía...
... de Luis Buñuel.
I dissabte vinent: - Blade Runner, presentada per David Amador, director del Pressupost zero, en la tercera col·laboració de la temporada amb l'espai que precedeix al Galliner, auténtica referència radiofònica de l'entreteniment i la informació; - El reguitzell habitual d'estrenes i pel·lícules que haurem vist durant la setmana.
¡Hola! Aquí estoy de nuevo con mi cabreo a cuestas, hoy para hablaros un poco de una de las mentiras i manipulaciones capitalistas más repugnantes pertrechadas al 7º arte. Me refiero, cómo no, al cine en 3d.
Antes de nada, os quiero comentar que el 3d no es un invento nuevo. Existe desde 1934, y es algo que ya se había olvidado y a nadie le interesaba lo mas mínimo. Y os preguntaréis: ¿Por qué ahora sí? Pues por una simple cuestión de dinero.
Todos sabéis que internet ha irrumpido brutalmente en el mercado del cine. Para algunos ha sido una bendicion, ya que ha permitido descargarse aquellas obras maestras olvidadas y que no se podían ya ver en el cine o en un videoclub, y otro tanto con la música. O ver películas de estreno, si no se podían permitir pagar ese dineral que cuesta ir al cine -o ese disco carísimo-. Internet ha sido un inventazo para los trabajadores de a pie en este campo. Yo, sin ir más lejos, de adolescente le preguntaba a mi padre: "Papá, esa película de Los pájaros, de Alfred Hitchcock, ¿qué tal?", y si la quería ver me fastidiaba, porque valía 45 € en dvd y encima en un formato penoso, y no la podía ver. Otro tanto con las 10 películas de estreno de cada semana, que como mucho puedes ver dos, por lo caro que están las salas de proyección... ¡Y no te digo con la musica!
Me preguntaréis: ¿Qué tiene esto que ver con el cine en 3d? ¡Pues mucho! El resultado de lo que os comentaba sobre internet ha sido el siguiente: pelis descargadas gratis, musica aún mas, de todos los géneros, y esto representa menos dinero para los chupópteros de la industria. ¡Ah, camaradas! Y en vez de estrujarse la mollera y bajar precios o hacer reposiciones -que, por cierto, me río del día del espectador, a 2 eurillos menos, para recaudar 10 veces más-, nos meten el 3d a 8 euracos y lo venden como algo novedoso y espectacular. ¡Mentirosos, sois unos mentirosos! ¡Sólo queréis ganar pasta, os importa un pepino el arte del cine!
El 3d se carga gran parte del séptimo arte, mata una de las cosas más importantes y que más preocupa a los grandes cineastas: la iluminación y la profundidad de campo. Os voy a poner dos ejemplos. Primero, sobre la iluminación, Las meninas.
Fijaros en lo importante que es para Velázquez la iluminación, fijaros en cómo ilumina lo que verdaderamente quiere hacernos ver, e imaginaros de qué forma el 3d se cargaría de un plumazo ese aspecto. Y os hablo de un cuadro porque un cuadro es un plano y los grandes cineastas los estudian para sus películas. Fijaros también en la profundidad y todo lo que cuenta sin hacer falta ponerse unas gafas de plástico sudorosas y que ni siquiera se han preocupado de que sean cómodas -que eso es más dinero, ¡claro!, pero no me quiero desviar del tema...
Este otro ejemplo es una de la obras más grandes jamás creadas: La Gioconda. Leonardo Da Vinci fue uno de los inventores de la profundidad de campo y todo lo que cuenta detrás de esa hermosa mujer, te hace sentir que es una mujer importante e inmensa, como las montañas y los ríos que la rodean. Eso es la profundidad: contar cosas del personaje, sin necesidad de explicarlo con palabras, sino con imágenes. ¿Cómo vas a ver todo eso con unas gafas oscuras y un objeto en la punta de la nariz que se mueve? ¡Eso no es cine! Ejemplos como ésts, de pinturas famosas, se pueden ver en películas como Barry Lyndon, de Kubrick, o en los Padrinos de Coppola; donde la iluminación y la profundidad de campo cuentan muchísimas -¡pero que muchisimas!- cosas, y le da un sentido a los planos, en los que ellos trabajan tanto y tanto.
Por eso estoy enfadado: porque sea con el 3d o no, se están perdiendo estos valores que tanto ha costado crear, y la industria no los tienen presentes y en vez de pontenciar internet y no verlo como un enemigo -e ir de la mano juntos, para que la cultura llegue a todos con libertad, como con libertad leían libros Velázquez y Da Vinci, para hacer sus obras y perfecionar sus estilos-, nos venden películas vacías, con efectos en 3d innecesarios y palomitas a 15 euros. Y para qué pensar, ¿verdad? ¡Ya sólo falta que se les ocurra hacer una reposicion de 2001: Una odisea del espacio en 3d!
Por cierto, que Martin Scorsese ha hecho una peli en 3d que se llama Hugo, ¡qué miedo me da! Le llamaré y le diré que se acuerde de Taxi driver y que se atreva a volver a estrenarla... Hago broma, ¡que haga lo que quiera! Y que si queréis ver pelis en 3d pues las véis -sólo faltaría-, pero ¡de verdad! que es mucho más enriquecedor aprender el otro lenguaje, el lenguaje de las imágenes de luz y colores. Como muestra, os propongo El mago de Oz, donde los colores, la iluminación, la profundidad de campo, la historia, la música, la dirección de actores y las interpretaciones son de ensueño. ¿Quién no se estremece aún escuchando a Judy Garland, cantando Over the rainbow? Nos transporta de este mundo, durante un ratito, al mundo de los sueños que es el cine... ¡El cine de verdad!
Nota: No nos olvidemos que, por ejemplo, la Muralla china o la Sagrada Familia son patrimonio de la humanidad y no tienen precio. ¿Por qué no es igual con el arte de hacer cine y, por lo menos, nos protegen de que hagan estas barbaridades con nuestro tan querido celuloide? Porque, verdaderamente, no parece importarle a nadie: sólo importa el dinero...
Sin más por ahora, un abrazo de este humilde nostálgico, lleno de Lágrimas de celuloide.
En l'edició del festival de Sitges d'aquest any es recupera aquest clàssic del cinema B de ciència ficció comptant amb la presència del seu director, Luigi Cozzi.
Com el propi Cozzi (potser més conegut pel seu pseudònim de Lewis Coates) va reconèixer en la xerrada que va mantenir amb els assistents a la projecció, Starcrash (1979) va néixer com un projecte cridat a aprofitar el gran èxit que havia aconseguit en aquells dies la molt recent La guerra de les galàxies (1977).
L'argument no pot ser -sobretot vist avui dia- més simple: La bellíssima pilot Stella Star (Caroline Munro) i el seu navegant Akton (Marjoe Gortner) són dos contrabandistes de l'espai que, fugint de les autoritats, troben una nau de salvament a la deriva on un malparat supervivent els adverteix d'un perill que afecta tot el cosmos conegut.
Tot i que certs aspectes del film no han suportat bé el pas del temps, no deixa de tenir un encant especial, sobretot per aquells que la van gaudir ja en l'època en què va ser gestada. Alguns aspectes són totalment irreals o gairebé ridículs, fins i tot dins del context d'una pel·lícula fantàstica. No obstant això, no deixen de ser còmics, i amb aquesta mentalitat s'ha d'abordar el film. El director defensa que la seva idea original sempre va ser mostrar l'aspecte irreal propi dels contes infantils.
Luigi Cozzi, que en aquesta edició del festival ha rebut el Premi Nosferatu, va parlar de molts aspectes de la gravació de la producció, que també apareixen reflectits en el seu últim treball, projectat en la secció Brigadoon. Es tracta del documental Roma fantàstica (2010) en el qual parla d'autors i films del fantàstic italià. Per exemple, el personatge de Stella està inspirat en la Barbarella dels còmics i de Jane Fonda (noteu el gust de les dues heroïnes per lluir ajustats modelets). El personatge de Akton mostra certes habilitats especials, com per exemple, crear una espasa lluminosa, que ens recorda a certa ordre de cavallers d'una galàxia molt, molt llunyana. És particularment curiós per a l'aficionat descobrir en Starcrash a un jove David Hasselhoff, en una època prèvia al seu descobriment per al gran públic en la sèrie El cotxe fantàstic. No té desperdici el comentari del director a la pregunta de per què va escollir aquest actor. Segons explica, buscava algú que pogués interpretar a un príncep de conte de fades, és a dir, havia de ser ben plantat i, alhora, aparentar ser una mica ximplet.
També és graciosa l'anècdota que al final de la història el personatge de la protagonista i Hasselhoff acaben enamorats. Però mai arriben a besar-se, només es donen una casta abraçada... El motiu? El marit de l'actriu, Judd Hamilton, interpretava a Elle, un robot que acompanya Stella durant gran part del seu viatge. I aquest no veia amb bons ulls l'escena (on ell també intervenia), pel que al final el petó final es va haver de descartar.
Luigi Cozzi mostra altra de les seves fílies al llarg del metratge: La seva gran admiració pel mestre de la stop motion, Ray Harryhausen. Es pot apreciar en les escenes en què apareixen uns robots espadatxins (bastant rudimentaris, fins i tot per a l'època) o una gegantina estàtua vivent. De fet, Cozzi va pensar en Caroline Munro com a protagonista de la seva producció perquè la va veure actuar en un film que també feia servir la stop motion del seu ídol, concretament a El viatge fantàstic de Simbad (1974).
Tenim doncs, un film que segur que farà somriure de manera còmplice a qui la van veure fa ja alguns anys i, qui sap?, si bé potser les noves generacions passen per alt els petits detalls com un espai ple d'estrelles de coloraines, potser també passin una estona agradable.
Adolf Sayol ha tornat al Galliner (de fet, no el deixem marxar) per anunciar la cerimònia de lliurament dels premis de la 14a edició del Concurs de Cinema Ciutat de Cornellà, que tindràn lloc demà a les 18:30 hores, a la sala gran del Patronat Cultural.
També hem parlat del Palmarés del Festival de Sitges, ara més reposadament, amb el nostra corresponsal a l'esdeveniment: Albert El deseado Rodríguez.
I de pel·lícules de la cartellera, i de cinema clàssic, i del mètode dels actors per fer-se més creïbles... Amb Julio Hernando, Quimet Cabezas, Marc Fort i Francesc Aguilar (A on has estat, Jaume Vidal?)... I, de nou, amb Robert Cabezas, el nostre assessor a l'ombra, entre bambalines.
Este fin de semana he ido al cine -por cierto, he visto Contagio, de Steven Soderbergh, una película espléndida, pero ya hablaremos de ella más extensamente en el Galliner de este sábado-, y estoy triste porque dieron un trailer del remake de La cosa de Carpenter... ¡Eso no se puede hacer!
Sí -me diréis-, la de Carpenter también era un remake... Pero el director de Comisaría del distrito 13 le dio otro toque, el toque Carpenter, y la convirtió en una obra maestra intachable que la otra no era. John Carpenter es un creador, un mago del cine, un hombre que tiene el cine en la sangre y su carrera así lo demuestra... No me andaré por las ramas: el trailer te hacía pensar en un plagio de la original pero a lo cutre, pero ésa no es la cuestión de mi artículo.
Hay cosas en la vida que no se deberían tocar, como colorear el Guernica o Casablanca, como ya hicieron -os juro que lo hicieron-, hay cosas que hay que dejar para la posteridad infinita, pero lo han vuelto a hacer, como los Cohen con El quinteto de la muerte. ¡Ya sólo faltaría que hicieran lo mismo con La naranja mecánica o La diligencia!
¿A dónde hemos llegado? ¡Han mancillado La cosa, uno de los iconos de culto de los años 80, los que hicieron pasar miedo y claustrofia al más pintado, con unos efectos insuperables, ¡y sin ordenador! Un film que tenemos tan adentro que aún vemos un perro en la nieve y pensamos que se va a convertir en La cosa.
Está claro que Hollywood està de capa caida en cuanto a imaginación, pero eso no es culpa nuestra... ¿¿¿Por qué nos hacen esto??? Que hagan un remake de Desaparecido en combate de Chuck Norris, o del Pato Howard de Lucas y dejen tranquilas a nuestras obras maestras rotundas. Esto demuestrá aún más mi teoría de que no les importa el cine como arte, sino únicamente el dinero fácil. Contestadme una pregunta: ¿Por qué eligen estas pelis "sagradas" y no otras que sí que se pueden mejorar? Respuesta: porque saben que la nostalgia nos va a hacer ir al cine, ¡y ése será nuestro fallo!
Así que hago una proposición a los indignados de Plaza Catalunya: hagamos otra manifestación para que nadie vaya a ver el remake de La cosa. ¡Ah, perdón! Estamos en España y la cultura no interesa...
En resumen: ¡No hay derecho! Hay una ley que prohíbe fumar donde tú quieras, hay otra ley que te obliga a no mear en la calle (por cierto, a un perro sí que le dejan), y, sin embargo, no hay una ley que prohíba tocar "nuestras" obras de arte. ¡Sí, sí, nuestras: nos pertenecen a todos! Deberían ser patrimonio de la humanidad. Algunos pensarán que soy un exagerado, pero los buenos carpenterianos saben que no.
¡Vaya! Igual que critico todo esto, voy a intentar dar una solución. ¿Por qué narices no reestrenan La cosa del maestro Carpenter y solucionado el problema? El dinero que se han gastado en el remake -no es exactamente un remake: le llaman precuela- lo utilizan para otra película, estrujándose un poco el cerebrito... Y es que seguro (¡pero seguro, eh!) que las salas se llenarían más con la versión de 1982.
Bueno camaradas, lo único que me queda por decir es que los que no hayais visto la del Carpenter no os la perdáis, y que aquí os dejo un trocito de ella, que seguro que es mejor que la nueva, toda entera:
Y que la vida sigue pero, según mi opinión, el cine, que es mi segundo corazón, está tristemente herido. Espero que se nos entienda, a los carpenterianos...
NOTA: SEAMOS CONSECUENTES CON LAS OBRAS MAESTRAS Y DEJEMOS DE MANCHARLAS CON COPIAS INNECESARIAS Y DESARROLLEMOS NUESTRA CREATIVIDAD. WOODY ALLEN HACE UNA PELÍCULA CADA AÑO Y NO HACE REMAKES. POR FAVOR, HACED DINERO CON LAS PELIS, PERO NO A COSTA DE NUESTRAS OBRAS DE ARTE, HECHAS POR CINEASTAS QUE NO PRIORIZARON EL DINERO SINO SU ESTILO Y SU AMOR AL CINE. TE QUIERO, JOHN CARPENTER, POR TODO LO QUE ME HAS DADO. ¡JAMAS NOS QUITARÁN TU THE THING!
El tercer programa de cinema de Ràdio Cornellà d'aquest curs, ha començat amb la presentació del film de la setmana...
... per part de Toni Giménez, en la primera col·laboració de la temporada amb els companys del Pressupost Zero, l'imprescindible programa d'humor i informació que precedeix al Galliner.
A continuació, hem contactat amb Mariola Martínez i Alícia Mendo, les corresponsals a la segona edició del Festival de Cinema per la Superació, que té lloc aquest cap de setmana als salesians de Sant Boi de Llobregat. Elles ens han fet la crònica del primer dia de festival i l'avançament dels dos dies que resten. També ens han permès parlar amb Carlos Dengra, el responsable del Taller 7º Arte, que avui presentava la seva última producció dins del festival; i amb Marc Puig, president d'ADISFI, l'entitat organitzadora.
A la segona part del programa, Adolf Sayol ens ha explicat, en una nova primícia, els premis ja fallats del Concurs de Cinema Ciutat de Cornellà.
La tertúlia posterior ha tingut com a punt de partida la pel·lícula Intruders...
La propera setmana, al Galliner:
- El palmarès de Sitges amb el corresponsal del Galliner al festival: Albert Rodríguez;
- El discreto encanto de la burguesía, de Luis Buñuel, como película de la semana, presentada por Nani Rameaux;
- Les estrenes de la setmana, amb Julio Hernando, el nostre enllaç amb els passis de premsa;
- Més Lágrimas de celuloide amb Quimet i Robert Cabezas
Tony Ching Siu-Tung, el director de la mítica Una història xinesa de fantasmes, ens ofereix, al costat de l'artista marcial i actor Jet Li, una fantasia de batalles màgiques ambientada en un orient mític.
En el present festival, el director Tony Ching ha estat guardonat amb el premi Màquina del temps, que va recollir abans de presentar la projecció de The Sorcerer and the white snake, el seu últim treball, que presenta a concurs en aquest certamen.
Ching va agrair el premi als assistents presents a l'Auditori de Sitges i va esmentar alguns detalls artístics del film, el qual està directament emmarcat en el gènere Wuxia. És típic de la cultura xinesa i es caracteritza per combinar les lluites d'arts marcials amb efectes especials on destaquen els elements del folklore xinès com són els seus éssers mítics, herois i llegendes. De fet, el conte de la serp blanca és molt popular en tota Àsia.
La història ens mostra una Xina llegendària, mística i mil·lenària on Jet Li interpreta un monjo sintoista que s'ocupa, amb els seus deixebles, a combatre i atrapar diferents dimonis que perjudiquen els éssers humans. Entre aquests éssers es troba la serp blanca, un poderós dimoni d'aspecte femení que s'enamora d'un jove herbolari a qui rescata d'una caiguda al riu provocada per una entremaliadura de la seva germana, la serp verda.
Portada pel seu amor, la serp adopta la forma d'una bellíssima noia que aconsegueix trobar i desposar el seu enamorat. Però les unions d'humans i éssers màgics mai arriben a bon fi, cosa per la qual el bruixot Fa Hai (Jet Li) haurà d'intervenir en l'assumpte.
Al film abunden uns espectaculars efectes especials que s'utilitzen per magnificar les batalles d'arts marcials entre els diferents personatges. L'espectador aficionat al anime i al cinema asiàtic en general reconeixerà elements comuns a aquest tipus de produccions, com poden ser les impossibles escenes de batalles amb conjurs, atacs o salts inversemblants. També són familiars els elements del folklore xinès com els esperits-guineu o la dona de les neus.
La bellesa dels escenaris és notable: bells pobles amb canals, muntanyes i rius abunden al llarg de tot el metratge. És una Xina que mai va existir com se'ns mostra, però no per això deixem de desitjar el creure en ella. A aquells als quals els va agradar La casa de les dagues voladores, Hero o La maledicció de la flor daurada -pel·lícules on el director Tony Ching coreografia les escenes d'acció-, aquesta nova producció, sens dubte, els agradarà.
Del creador de Zombies party i Scott Pilgrim contra el mundo
ens arriba una producció britànica on uns deliqüents juvenils
s´enfronten a una invasió extraterrestre:
Posem-nos en situació: Una jove infermera torna al seu veïnat, ja tard, després de la feina, quan es veu sobtadament abordada per mitja dotzena de xavals emboçats amb caputxes i bufandes, tots en edat d'estar cursant la secundària, que li atraquen robant les seves escasses pertinences.
Enmig de la desagradable situació, un meteorit s'estavella contra un cotxe proper. La jove aprofita la confusió per escapar mentre els pandillers decideixen examinar l'interior de l'automòbil a la recerca d'objectes de valor. De l'interior del vehicle sorgeix d'improvís un estrany animal, similar a un gos en grandària i forma, que fereix amb les seves urpes la cara del Moses, el líder del grup. Enfurismat pel que ha passat, Moses dirigeix al seu grup a la caça de l'estrany ésser que aconsegueixen acorralar i matar a cops.
Serà aquest l'inici d'una estranya nit en la qual el barri dels pandillers patirà una invasió alienígena en tota regla, en la qual els joves delinqüents es convertiran, sense moure un dit, en la primera i única línia de defensa.
Qui això subscriu va sortir realment encantat de la projecció. Ens trobem davant d'una cinta d'aventures adolescents realment entretinguda i aconseguida, amb un ritme que mai decau. Amb moments divertits que segur no defraudaran als aficionats al gènere. Però el film va molt més enllà d'això. No és només una descerebrada pel·lícula d'acció i ciència-ficció, que ho és; també conté, crec jo, un important rerefons social.
M'explico: Qui són els protagonistes? No són els típics nens/es guapos/es i bons/es que acostumen a aparèixer en aquest tipus de produccions. Ens trobem aquí amb uns nens (perquè això són, nens, com a molt, pre-adolescents) perillosos i violents que comenten robatoris, furts, trafiquen amb drogues… i no obstant això mostren actituds i preocupacions pròpies de la seva edat, s'angoixen per no tenir saldo al mòbil, parlen de videojocs o telefonen a les seves mares per avisar que arribaran tard. Són nois autèntics, reals, gens impostats. Dels que pots trobar a l'institut de qualsevol país.
Aquests "angelets" -que ningú tindria ganes d'haver de suportar- són, segons algunes pistes que deixa caure el director, conseqüència del món que els ha tocat viure. En algun moment manifesten que la gent com ells no importa a les autoritats o els polítics. És particularment significativa una conversa que el personatge de la infermera manté amb un dels xavals en què ella explica que el seu xicot és fora del país "ajudant als nens d'Àfrica", afirmació a la que el noi replica "i no podria ajudar als nens d'Anglaterra "?
Sense voler disculpar els actes dels improbables protagonistes, enmig de tota la batalla, sang i disbauxa del metratge hi ha un gest de complicitat perquè l'espectador pensi en les causes del perquè dels seus actes.
Un últim detall: Antigament, en les pel·lícules de por, el monstre es menjava a les noies cridaneres i ximpletes, oi? Bé, això era perquè mai s'havia creuat amb les joves nenes marginals de l'extrarradi londinenc.
Així doncs, Attack the block és una pel·lícula per passar-ho molt bé al cinema, mentre beus un refresc i devores crispetes, però qui vulgui i sàpiga veure-ho trobarà altres matisos. És fàcil entendre perquè aquesta producció ha fet furor a les illes britàniques.
En la segona tertúlia de cinema al Galliner de Ràdio Cornellà, Adolf Sayol ens ha portat una primícia absoluta, acabada de sortir del forn: la llista dels 16 curtmetratges finalistes en les quatre categories del XIVè Concurs de Cinema Ciutat de Cornellà... No us ho perdeu!!
Amb ell hem parlat també d'un cim del cinema espanyol...
...Los santos inocentes, és clar!
Però abans, el repàs als primers dies del Festival de Sitges i a les estrenes de la setmana, amb l'habitual rifirrafe dels components del programa sobre diferents aspectes al voltant del món del setè art.
Hola: me llamo Quimet, aunque parezca una tonteria empezar con mi nombre, no lo es, tiene mucho sentido y ahora lo explico.
En realidad, en mi DNI pone Joaquín, pero ése no es mi nombre, sino Quimet. Nací en 1972 y a mi madre le gustaba tremendamente ese nombre, pero los que estaban entonces en el poder, algunos inútiles supongo (que, por cierto, así nos fue y nos va, con diferencia a Europa en el tema cultural y demás) no le dejaron, le dijeron que no, que en España era Joaquín y que en su casa lo llamara como quisiera, y lo más curioso es que mi familia no es catalana, simplemente era una mujer sevillana ilusionada con su hijo recién nacido y feliz con empezar una vida junto a él, qué lerdos eran; no era una cuestión política, era simplemente una decisión libre de alguien que se creía libre de poder hacer esa elección.
Empiezo contando algo tan personal, aunque no muy extenso, porque es un tema que da mucho de qué hablar, porque a partir de ahora si os apetece voy hacer un viaje en lo más profundo de mí, en algo tan personal y tan querido para mi como es el cine, un amigo que siempre me ha acompañado y nunca me ha fallado: mis películas, como yo las llamo.
Mis primeros recuerdos son con mi padre que me llevaba cada vez que podía a las dobles sesiones de cine de barrio, esos cines que podías ver las pelis las veces que querías sin tener que pagar más y que olían a pies. Qué recuerdos aquellos y supongo que la inocencia de mi edad de entonces y la grandeza de sus salas (y no las de ahora que algunas son ratoneras capitalistas), las hacían tan especiales, con sus carteleras pegadas en un tablón, qué maravilla, que por cierto ya no existen hace muchos años, ahora hay posters mega gigantes que no tienen alma de cine, sólo de consumo de palomitas.
Bueno, después de romper un poco el hielo, empecemos a hablar de cine que para eso estamos aquí, hoy en lágrimas de celuloide, y llamo así esta sección porque me voy dando cuenta que el cine poco a poco está muriendo, cuesta mucho ver una peli como las de siempre, con exteriores, extras, escenarios gigantescos, persecuciones y aventuras a los siete magníficos, el alma del cine se nos va, chicos, y gran parte del problema viene por culpa del sistema capitalista en que vivimos, han priorizado el dinero por encima de todo y les da igual el resultado, solo que la gente se deje la pasta en el cine y les da igual todo lo demás, y recordad que el cine es cultura y la cultura es inmortal, y si nosotros admiramos a directores como John Ford, Berlanga o Kurosawa, por sus películas y lo que cuentan en ellas y cómo lo cuentan (y que, por cierto, también hicieron dinero) qué pensarán de nosotros nuestro futuros nietos y demás, dejándoles toda esta basura de películas que no les aportarán nada y lo peor que no aprenderán en lenguaje cinematográfico.
Para dar sentido a estas palabras hoy voy a recomendar una película, que para mi humilde opinión hizo dinero y es una obra maestra, porque no dejemos de reconocer que el cine no deja de ser una empresa.
Se trata de El gran carnaval (título original Ace in the hole) dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Kirk Douglas, Jan Sterling, Robert Arthur y Porter Hall, una espeluznante historia sobre un hombre que se queda atrapado en un túnel y cómo un periodista sin escrúpulos y sin principios (que en realidad no es un periodista, es la sociedad) se aprovecha de las circunstancias para sacar provecho de dicha desgracia, una película muy especial no sólo por ser una obra maestra sino que demostraba Billy Wilder que no sólo era un director de comedia, una película que te hace pensar sobre la conducta humana, y dónde nos lleva la sociedad de consumo.
Es una película del año 51 que nos avisaba dónde podíamos caer y qué razón tenía nuestro amigo Billy, cuando ya esto es normal en nuestra sociedad, y cuando lo veo constantemente a mi alrededor siempre pienso qué grande es el Gran carnaval de Wilder, qué grande es el cine.
Nos vemos la semana que viene con más pelis de las que se te quedaran siempre en el corazón y no en la cartera.
Primer programa de cinema de la temporada 2011-2012 a Ràdio Cornellà, després d'unes llargues vacances.
Quimet Cabezas, Julio Hernando, Jaume Vidal i Francesc Aguilar hem tornat amb empenta i amb moltes ganes de compartir amb tots vosaltres una hora de dissabte amb tots vosaltres. Albert Rodríguez, Rafa Rodríguez i Robert Cabezas es troben a la recàmara, preparats per intervenir; i també Lluís Rueda, que presenta llibre a Sitges aquest divendres...
... a l'espai Sitges FNAC Forum.
També ha estat amb nosaltres, com ara fa dos anys, Adolf Sayol, l'organitzador del concurs de curtmetratges de la ciutat de Cornellà, per parlar-nos del procés de selecció dels films.
Avui i durant tota la temporada que ara comença us desitgem...
Os voy a poner dos ejemplos. Primero, sobre la iluminación, Las meninas. 
Este otro ejemplo es una de la obras más grandes jamás creadas: La Gioconda. Leonardo Da Vinci fue uno de los inventores de la profundidad de campo y todo lo que cuenta detrás de esa hermosa mujer, te hace sentir que es una mujer importante e inmensa, como las montañas y los ríos que la rodean. Eso es la profundidad: contar cosas del personaje, sin necesidad de explicarlo con palabras, sino con imágenes. ¿Cómo vas a ver todo eso con unas gafas oscuras y un objeto en la punta de la nariz que se mueve? ¡Eso no es cine! Ejemplos como ésts, de pinturas famosas, se pueden ver en películas como Barry Lyndon, de Kubrick, o en los Padrinos de Coppola; donde la iluminación y la profundidad de campo cuentan muchísimas -¡pero que muchisimas!- cosas, y le da un sentido a los planos, en los que ellos trabajan tanto y tanto.
Se trata de El gran carnaval (título original Ace in the hole) dirigida por Billy Wilder y protagonizada por Kirk Douglas, Jan Sterling, Robert Arthur y Porter Hall, una espeluznante historia sobre un hombre que se queda atrapado en un túnel y cómo un periodista sin escrúpulos y sin principios (que en realidad no es un periodista, es la sociedad) se aprovecha de las circunstancias para sacar provecho de dicha desgracia, una película muy especial no sólo por ser una obra maestra sino que demostraba Billy Wilder que no sólo era un director de comedia, una película que te hace pensar sobre la conducta humana, y dónde nos lleva la sociedad de consumo.