(Cinema des del galliner és un programa del grup Panorames de cinema)

dimecres, 9 de novembre del 2011

¡ERROL FLYNN NO ES DIGITAL!

¡Hola! Aquí estoy de nuevo, dando un poco de caña al tema del cine y de cómo vemos las películas actualmente.

Hoy me he propuesto explicar qué está pasando con esto de lo digital en el cine. La verdad es que estoy cabreaoooooooo, también con esta cuestión. Os diréis: ¡Éste siempre esta igual, quejándose de todo! Pues lo matizo, para que veáis que no hablo por hablar. Para mí el cine no es una diversión, como lo es para muchos, es algo pero que muy serio, es una forma de vida, una filosofía, incluso una esperanza en un mundo mejor. Y, en ese sentido, hay cosas sagradas, como es sagrado Messi para los culés, o El Che para los que nos gusta la Libertad... ¡Pues el cine lo es para mí!

Yo me crié con películas míticas de aventuras, como las de Errol Flinn o John Wayne, por supuesto las veía en la tele con mil anuncios, pero me daba igual, las disfrutaba como un loco. Más tarde, ya en una pantalla de cine, las de Indiana Jones o la primera saga de Star Wars o Los goonies... Ese cine tenía un montón de efectos especiales y demás, y sin necesidad de un ordenador.
No es que yo esté en contra de la era digital ni mucho menos. Origen, de Christopher Nolan me parece espléndida y, aún más, me parece una obra maestra, y por ahí es por dónde quiero empezar para explicarme mejor.

Nolan no hace una pelicula de efectos especiales y punto, sino que usa la informática como una herramienta más, para ayudar a completar un trabajo que tiene un guión perfecto con unos diálogos magistrales, una puesta en escena alucinante, unas interpretaciones exquisitas, los movimientos de cámara y juego de planos cuentan cosas, y ya no te digo la música, que son de ensueño, en este caso nunca mejor dicho.

El cine, como oficio, es salir a la calle o a un estudio y rodar, con cámaras, maquilladores, extras, focos, calles cortadas, gente mirando cómo se rueda, travelings, grúas... ¡O sea, movimiento, acción, espectáculo! ¡Ésa es la salsa del cine, eso es lo divertido y artístico de hacer cine! Si no os lo creéis, ved los documentales de cómo rodaban sus películas Cecil B. DeMille o David Lean; y para qué mencionar el rodaje de Apocalypse now de Coppola, del que, por cierto, hay un documental tremendo que se llama Corazones en tinieblas, y explica a la perfeccion lo que intento demostraros... ¡Pero, cuidado! Eso es muy difícil, no lo hace cualquiera, tienes que ser un genio y, además, organizarlo todo para que no halla retrasos en el rodaje, preparar cada plano, poner a cada uno en su sitio... En definitiva, tienes que ser un artista y un trabajador a la vez.

Y ahora voy al meollo de la cuestión, y es la pregunta: ¿Qué esté pasando con la era digital? Pues sí, ¡lo habéis adivinado!, pasa que todo esto se está perdiendo, sólo tenéis que pensar en Georges Lucas, en cómo rodó Star Wars o el Imperio contraataca, y en cómo rodó, años más tarde, esa bazofia inmunda que es La amenaza fantasma. Hay una anédocta muy significativa al respecto del joven canadiense protagonista, el que hace de Darth Vader. Le preguntaron que cómo había sido la experiencia de rodar una peli, ya que él venía de la tele, y respondió algo así como "pues no lo sé, me he pasado todo el rodaje en una habitación azul y no me enterado de nada".

Otro ejemplo son los monos de la pelicula El origen del planeta de los simios. ¿Me queréis contar de dónde salen, al final de la película, todos esos monos? ¡Hay cientos, incluso miles, dando saltos sin ton ni son! ¡Claro, como no cuesta nada tocar unas cuantas teclas y poner monos por un tubo! Pero a ver si son capaces de hacerlo con monos de verdad y que les salga igual de bien, con planificacion y realizacion. ¡Eso es arte de verdad!

Otro ejemplo claro es Avatar de James Cameron. Pone un montón de dinero, ¡no te fastidia!, contrata a unos cuantos informáticos, y, ¡venga!, cuatro años de dar a las teclas, sin presión de productores, sin que la lluvia fastidie un día de rodaje, y sin poner una sola cámara en un trípode. Y, ¡ala!, ya tenemos una peli con pitufos gigantes en 3 dimensiones, y encima pretenciosa a morir. ¡Eso no es cine, camaradas, eso es un juego de la playstation!

¡Ay, amigos! La informática a estos niveles debe de ser una herramienta, como lo es un foco o cómo se considera a un diseñador de vestuario, y no tiene que serlo todo, porque sino ¿dónde está la gracia de hacer cine? Y ya no entro en que, muchas veces, lo que se hace son chapuzas, porque para efectos los del King Kong de 1934...


... o los de El hombre invisible de la Universal, del 33...


... que aparte de ser films maravillosos, las películas en sí están rodadas con mimo y con arte, y los efectos no eran los verdaderos protagonistas, como en la mayoria de las peliculas con efectos especiales de hoy en día, que si les quitas la informática se quedan vacías y sin nada que transmitir... ¡Menos mal que nos quedan los Nolan y compañía! Y el dvd, para ver mil veces Blade runner y que no sean tantas mis Lágrimas de celuloide.

NOTA: Y NO ME HE QUERIDO CEBAR CON ALGUNOS EFECTOS DE PENA, O MEJOR DICHO FEOS Y MAL HECHOS, COMO LOS DEL HOMBRE DEL SACO DE LA ÚLTIMA PELI DE FRESNADILLO, INTRUDERS, QUE ESE ES OTRO TEMA, PORQUE DA MÁS MIEDO EL PAYASO DEL MACDONALDS. ¡NOS VEMOS, CAMARADAS CINEFILOS, QUE ME VOY A PASAR UN POCO DE MIEDO CON LA NIÑA DEL EXORCISTA QUE ME PARECE QUE ESA NO LA HICIERON LOS INFORMÁTICOS Y SIGUE DANDO MIEDO DE LA OSTIA!

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